Desde ese día no han dejado de suceder los milagros y las bendiciones en este rincón de Francia. Cuando yo era pequeña no me gustaba mi nombre. Me sonaba raro. No conocía a nadie que se llamara así y no sabía lo que significaba tener este nombre. Hoy, en cambio, me encanta mi nombre. Empecé a reconciliarme con él después de visitar Lourdes. Lo que vi allí me dejó una huella imborrable. Se podía palpar la fe en todas esas personas que visitaban el Santuario. El silencio en la zona de la gruta, las caras de todos esos enfermos, la sonrisa y cuidado de los que les acompañaban, son algo que nunca se puede olvidar. Desde la primera vez he estado varias veces, y espero volver este año para poder celebrar este aniversario especial. Yo me llamo María Lourdes por un milagro que realizó la virgen en la vida de mi madre. Me tenía que llamar Helen, como la hermana pequeña de mi madre, pero sucedió lo que sucedió y me pusieron este nombre tan mariano. Mi madre había enfermado después de nacer mi hermano Carlos. Tenía cavernas en un pulmón y la mandaron a un hospital de Salamanca para enfermedades pulmonares. Estando allí se enteró de que volvía a estar embarazada. Se preocupó por la criatura que venía y una monjita que allí había le dijo que rezara a la Virgen de Lourdes. Ese año era el centenario de las apariciones, y según dijo la monja "la Virgen realizaba muchos milagros". Mi madre creyó en lo que le dijo y se puso en manos de María. Podía suceder que al nacer la criatura estuviera enferma o que no llegara a nacer, o tantas cosas. Sucedió que yo nací, sin enfermedad y además mi madre se curó. Cuando mi padre le preguntó cual era el nombre de la recién nacida, mi madre respondió sin dudarlo: "María Lourdes". Años después me doy cuenta de que desde antes de nacer el Señor me ha estado cuidando por intercesión de María. Por eso, hoy, elevo un canto de acción de gracias a Dios y a esa Madre amorosa que siempre cuida de sus hijos. Si todavía no habéis ido a Lourdes os animo a hacerlo. Es una experiencia inolvidable.
lunes, 11 de febrero de 2008
150 años de bendiciones
Hoy se cumplen 150 años de la primera aparición en Lourdes.
Desde ese día no han dejado de suceder los milagros y las bendiciones en este rincón de Francia. Cuando yo era pequeña no me gustaba mi nombre. Me sonaba raro. No conocía a nadie que se llamara así y no sabía lo que significaba tener este nombre. Hoy, en cambio, me encanta mi nombre. Empecé a reconciliarme con él después de visitar Lourdes. Lo que vi allí me dejó una huella imborrable. Se podía palpar la fe en todas esas personas que visitaban el Santuario. El silencio en la zona de la gruta, las caras de todos esos enfermos, la sonrisa y cuidado de los que les acompañaban, son algo que nunca se puede olvidar. Desde la primera vez he estado varias veces, y espero volver este año para poder celebrar este aniversario especial. Yo me llamo María Lourdes por un milagro que realizó la virgen en la vida de mi madre. Me tenía que llamar Helen, como la hermana pequeña de mi madre, pero sucedió lo que sucedió y me pusieron este nombre tan mariano. Mi madre había enfermado después de nacer mi hermano Carlos. Tenía cavernas en un pulmón y la mandaron a un hospital de Salamanca para enfermedades pulmonares. Estando allí se enteró de que volvía a estar embarazada. Se preocupó por la criatura que venía y una monjita que allí había le dijo que rezara a la Virgen de Lourdes. Ese año era el centenario de las apariciones, y según dijo la monja "la Virgen realizaba muchos milagros". Mi madre creyó en lo que le dijo y se puso en manos de María. Podía suceder que al nacer la criatura estuviera enferma o que no llegara a nacer, o tantas cosas. Sucedió que yo nací, sin enfermedad y además mi madre se curó. Cuando mi padre le preguntó cual era el nombre de la recién nacida, mi madre respondió sin dudarlo: "María Lourdes". Años después me doy cuenta de que desde antes de nacer el Señor me ha estado cuidando por intercesión de María. Por eso, hoy, elevo un canto de acción de gracias a Dios y a esa Madre amorosa que siempre cuida de sus hijos. Si todavía no habéis ido a Lourdes os animo a hacerlo. Es una experiencia inolvidable.
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2 comentarios:
Luli, en el blog de Javier te felicitamos todos por tu santo, lo has visto?
A mí tampoco me gustaba el nombre de Lourdes, pero luego os conocí a vosotras y-... hasta me gusta el nombre!!!
con tantas felicitaciones, como no
tener tantas Bendiciones,
besoooos Fidel
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