viernes, 4 de julio de 2008

Imprescindible/indispensable

Según el diccionario de la Real Academia, imprescindible "dícese de aquello de que no se puede prescindir". Prescindir: "Hacer abstracción de una persona o cosa; pasarla en silencio, omitirla. 2. Abstenerse, privarse de ella, evitarla". Según el mismo diccionario, indispensable: "Que no se puede dispensar. 2. Que es necesario o muy aconsejable que suceda".
¿A qué viene todo esto? Viene sencillamente a que el otro día me dí cuenta de algo. Hay una cosa de la que no puedo prescindir, una cosa que me es indispensable para vivir, una cosa de la que no puedo abstenerme, privarme ni evitar, que me es absolutamente necesaria, y eso es...... ¡LA ALABANZA! Estaba en Maranatha, mi grupo, el otro día y teníamos Eucaristía. Estábamos comenzando a cantar y "a calentar motores", y me vi arrastrada como cuando te pilla una ola, y sin esfuerzo alguno por mi parte me desbordé de alegría. Era como tocar el cielo con las manos. Fui tan consciente de que no puedo dejar de alabar. Que todo se libera, se redime, se dispersa, cuando alabas. Que si he podido vivir todo lo que he vivido, y si lo puedo todo es por este don maravilloso de la alabanza. Llevo años haciéndolo. Pero el otro día fue como si todo se colocara en su sitio. Llevaba dos semanas sin ir al grupo. Una porque acompañé a mi padre a su operación de cataratas y otra porque estuve ayudando a mi hermana corrigiendo unos exámenes. Cuando el otro día empezamos a alabar, me dí cuenta de que lo que me había faltado en esas dos semanas, era precisamente eso. Alabar con mi grupo. Cantar, bailar, manifestar las maravillas de Dios. Ensalzarle y llenarme de él. Tantas veces se nos ha dicho que Dios no necesita nuestra alabanza, sino que somos nosotros los que necesitamos alabarle. El otro día me daba cuenta de que era así. Yo no puedo vivir sin alabar a Dios. Me faltaría más que el aire. Le doy muchísimas gracias a Dios por haberme llevado un día a la Renovación Carismática, por regalarme a Maranatha y por dejarme ver todos los miércoles lo que debe ser el Cielo.

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