miércoles, 25 de marzo de 2009

Hoy


Hoy es un día especialmente hermoso. Hoy el Creador decide hacerse criatura. Hoy es el día del Sí de María. Es el día del Fiat. El día del Hágase. Hoy el Ángel se arrodilla ante una joven y le anuncia una maternidad que será salvación para todos nosotros. Hoy comienza a cumplirse la promesa de la Nueva Alianza. ¿No es motivo de alegría?

Hoy he ido a la Eucaristía en una capilla que tienen los Agustinos cerca de mi casa. Está en un Seminario que hay en Los Negrales, de nombre Tagaste. Es una capilla muy ungida, muy recogida. Hacía mucho tiempo que no iba, porque la Misa es a las 9:30 y normalmente estoy trabajando a esa hora. Ha sido un momento muy especial, porque el Señor me ha ido revelando cosas a mi corazón de lo especial de este día.
Hoy me viene a la mente especialmente Paco Arias, un dominico que vive en Palencia. Antes estaba en Maranatha, mi grupo, y tenía una devoción muy especial por este día, por este acontecimiento del anuncio del Ángel. A él le he oído, como a nadie, hablar con una delicadeza y una unción especiales sobre esto.
Hace años, escribí una especie de poema sobre el momento del encuentro entre el Ángel y María:
Yo te miré, y tus ojos resplandecientes fijaron en mí su mirada. Ojos limpios llenos de luz de Dios. Arrodillado ante ti vi pasar tu vida ante mis ojos, y te amé, complaciéndome en la delicadeza de tus manos extendidas ante mí. Esas manos que sostendrían la vida misma. Veneré la perfección de tus entrañas que alojarían la esperanza de los hombres. ¡Oh, tú, inmaculada entre todas las criaturas! ¡Oh, tú, llena de gracia! Déjame recrearme en la maravilla de tu divina maternidad.
Hoy, me vienen a la mente todas las criaturas que van a nacer. Todas las criaturas que no van a nacer. Hoy, me acuerdo de mi maternidad y le doy gracias al Señor por ello. Es un momento difícil y hoy más que nunca debemos luchar por la vida. La Iglesia nos da esta semana el mandato de rezar especialmente por la vida. Hagámoslo. Pidamos con todas nuestras fuerzas al Señor que pare esta locura, esta sinrazón, esta matanza de inocentes. Jesús fue hombre desde el primer momento de su concepción, no cuando nació, desde el primer momento. No lo olvidemos.

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