martes, 26 de abril de 2011
Primera crónica italiana
Ya estoy en Roma. Llegué el domingo 24 y, como dice mi amiga Julia (argentina), recién hoy pude conectarme a Internet. Ya en el aeropuerto empecé a escribir para no olvidarme un detalle de lo que voy viviendo.
Domingo 24 de abril de 2011:
"Domingo de Pascua. ¡Aleluya! ¡Resucitó! Estoy en el aeropuerto, esperando a salir hacia Roma. ¡Yuuupiiii! Al final pude quedarme en Alpedrete y celebrar con mi coro de la Parroquia los oficios de Jueves y Viernes Santo. ¡Pura delicia! Hacía tiempo que no estaba con ellos y me alegro de poder haber disfrutado de estos días tan especiales. Ayer, sábado, tuve que ir a Madrid y no pude estar en la Vigilia Pascual. De todos modos vi por la tele la Vigilia desde el Vaticano. ¡Muy emocionante! 6 catecúmenos recibieron los Sacramentos de Iniciación y se me saltaban las lágrimas al ver sus caras emocionadas y sonrientes. La verdad es que he echado mucho de menos poder celebrarlo en comunidad, pero os puedo asegurar que, aunque sola, he cantado y sigo cantando Aleluyas y Glorias.
La mañana del sábado reflexionaba sobre la soledad de María en aquella mañana de aquel sábado. Me imaginaba a María y a Juan juntos. El estupor y el dolor del discípulo amado. El increíble dolor de la madre, su silencio, pero también su esperanza. Se cumplían las palabras de Simeón en la presentación de Jesús: "Una espada te atravesará el corazón". Yo no sé lo que puede llegar a doler que una espada te atraviese el corazón, pero como madre me puedo imaginar el dolor de perder a tu único hijo. Me imaginaba a María consolando a Juan. Como buena mujer, y buena madre, preocupada por el dolor del otro; de ese hijo que su hijo le había dado desde la Cruz. Y me imaginaba a María en oración, confiando y esperando el cumplimiento de la promesa de la Resurrección. Y luego, su alegría: "Reina del Cielo, alégrate. ¡Aleluya!"
Aquí estoy ante la puerta de embarque E81, de la Terminal 2 de Barajas. Camino de Roma. Escuchando por Radio María la Misa de Pascua desde San Pedro, y sintiéndome llena de una paz y alegría especiales.
Resuene la noticia: ¡Jesús, resucitó! ¡Gloria! ¡Aleluya!
Hemos salido tarde. Ya estamos volando. Volar es un auténtico paseo por las nubes...."
Lunes 25 de abril de 2011:
"Llegué a Fiumicino a las 15:15. Desde allí cogí un tren a Términi y fui a Via Palestro a casa de Stefania. Allí me esperaba Julia y un montón de comida italiana buenísima. El resto del día pasó en un soplo y nos acostamos temprano.
Hoy es fiesta. Lunes de Pascua. Tomamos un café y croissant en la Piazza de S. Cosimato, y luego fuimos un rato a la oficina de la Fraternidad en S. Calisto. Comimos en un restaurante "piccolo" enfrente a S. Calisto, y luego café en la Piazza de Santa María in Trastevere. Es un día gris y lluvioso. El Trastevere como siempre lleno de gente. Mucho mendigo y mucho turista en Santa María. Hemos dormido una siesta y así transcurre esta tarde de fiesta. Por supuesto, hemos hablado sin parar (Julia y yo). Una de las cosas que han salido en nuestra conversación es el hecho de saber difrutar de cada momento, en el presente. No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita. Hoy tenemos un montón de gracias para disfrutar, y mañana, como el maná, habrán desaparecido, y habrá otras nuevas. Como dice la Escritura, cada día trae su propio afán".
Ahora, me preparo para días cargados de trabajo. El Ejecutivo de la Fraternidad Católica se reúne y tengo que traducir para ellos. Y el fin de semana es la beatificación de Juan Pablo II y espero poder participar en alguno de los actos. Ya os iré contando en otras crónicas. Bueno, antes de que se me olvide:
¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN! Besitos. Mille baci a tutti. Ciao.
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2 comentarios:
Besos Pascuales querida Lourdes.
Se te nota llena de gozo.
¡¡Me alegro!!
Balbi.
Muchos besos a la Paloma Gómez Borrero más dicharachera.Que Jesús te bendiga para que nos sigas mandando tus cápsulas de alegría. Un abrazo Lou, se te echa de menos.Frutines.
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