miércoles, 25 de enero de 2012
Un poco de Historia
Hace 53 años, el Papa Juan XXIII, finalizando el Octavario por la unidad de los cristianos, sorprendía a todos los presentes con el anuncio de la convocatoria de un concilio ecuménico para toda la Iglesia Católica. Era el día 25 de enero de 1959. El 25 de enero es el día en que la Iglesia celebra la conversión de San Pablo, el apóstol de los gentiles. La convocatoria del Concilio se hizo efectiva más de dos años después, el día de Navidad de 1961, mediante la Bula Papal "Humanae salutis". El pasado día de Navidad de 2011 se cumplían los 50 años de esa "santa locura" de un Papa que para muchos "estaba de paso". ¡Bendita transición la de Juan XXIII! En octubre de 1962, exactamente el día 11, comenzaba el Concilio. Este año, en octubre, se cumplirán 50 años de ese momento trascendental de la Historia de nuestra Iglesia. Y en ese día, 11 de octubre de 2012, comenzará el Año de la Fe, promovido por el Papa Benedicto XVI.
La Renovación Carismática en la Iglesia Católica, nació como uno de esos frutos del Concilio Vaticano II. El Concilio cerraba sus puertas en el año 65, el día 8 de diciembre. En febrero de 1967, el día 18, en un retiro de unos estudiantes de la Universidad de Duquesne en Pittsburgh (EEUU), daba comienzo esta corriente de gracia que llamamos Renovación Carismática Católica. De eso va a hacer ya 45 años. Como veis no habían pasado muchos años desde que se clausuró el Concilio. Y probablemente en el surgimiento de todos esos movimientos, nuevas comunidades, etc... nacidos a la luz del Concilio Vaticano II tenga mucho que ver la oración del Papa Juan XXIII: "Espíritu Divino, renueva tus maravillas en esta nuestra era como si fuera un nuevo Pentecostés, y concede que tu Iglesia, orando perseverantemente e insistentemente con un solo corazón y mente junto con María, la Madre de Jesús, y guiados por Pedro, promueva el reinado del Divino Salvador, el reino de justicia, de amor y de paz".
Y en esas estamos celebrando y recordando parte de la Historia de la humanidad, no sólo de la Iglesia. Porque, al fin y al cabo, son episodios que nos afectan a todos. Espero que sepamos aprovechar estos momentos "históricos", para hacer repaso de nuestra propia historia y mirar con renovada esperanza al futuro. Queda todavía mucho por hacer, pero para Dios no hay nada imposible.
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2 comentarios:
gracias incansable Lou! gracias por ser memoria.
PAZ; PAZ Y PAZ
Paz también a ti, querida Sagra. Creo firmemente en la transmisión de la memoria para que no se nos olvide nada de todas las maravillas que el Señor nos regala. Besitos
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