domingo, 15 de marzo de 2009

Ya parece primavera

¡Qué maravilla! Parece como los anuncios de El Corte Inglés, "ya es primavera". La verdad es que se agradece este tiempo estupendo, sobre todo después del invierno que hemos tenido. Llevaba tiempo sin escribir en el blog porque he tenido problemillas con la línea, con el ordenador y con la informática en general. Ahora ya parece que todo está solucionado. Eso espero. Nunca se sabe con estas cosas.
La última vez que escribí estaba un poco desanimada, sólo un poco. Llevo ya sin fumar ¡19 días! y me encuentro muchísimo mejor. Espero lograrlo esta vez y dejar atrás ese asqueroso hábito. Cuento con la ayuda y apoyo de muchísima gente y se nota. Gracias a todos por vuestro cariño y vuestras oraciones.
Llevo un inicio de año, desde el punto de vista espiritual, de lo más ajetreado. Desde el 1 de febrero he tenido retiro todos los fines de semana. Mis padres ya ni me preguntan que voy a hacer el fin de semana. Parece exagerado, pero ha coincidido así y la verdad es que es una gran bendición. La semana pasada tuvimos un Encuentro de los Ministerios de Música de toda España y fue un regalazo. Además de poder reunirnos a cantar y a alabar, que siempre es una gozada, está la oportunidad de ver a personas que no sueles ver y con las que te unen lazos de amistad y hermandad. Este fin de semana hemos tenido el Retiro de Cuaresma de Maranatha, y nos ha acompañado un fraile franciscano que es pura bendición, Manolo Tercero. No sé, me paro a pensar en cómo era mi vida antes de encontrarme con el Señor, y me doy cuenta de los grandes momentos de soledad y frustración que he vivido. Incluso rodeada de amigos y familia. Ahora en cambio, nunca me encuentro sola. Por eso no puedo dejar de dar gracias al Señor por todo ello. ¡Qué bueno es tener hermanos con quienes compartir la fe, las alegrías, las penas y la vida! ¡Qué suerte tenemos!

2 comentarios:

Mari Angeles dijo...

Buenas noches Luli:

Te acuerdas cuándo éramos ateas?; como había que aguantar el sufrimiento a pelo, nos hacíamos de hierro para sobrevivir, pero cuánto se endurecía el corazón. Tras conocer al Señor, le podemos contar nuestras cuitas en directo o a través de los hermanos que nos quieren y a los que queremos.

Le pido a Jesús que me enseñe a amar más y mejor. Descansa, seguro que desde q dejaste de fumar duermes mejor. Un abrazo.

Lou dijo...

Claro que me acuerdo, era un poco "infernal", por aquello de la ausencia de Dios. Como dice la canción, ¿Qué sería de mí? ¿Dónde estaría yo? Gracias a Dios estamos donde estamos, y ¡qué bien estamos!
Besitos