 En estos días el mundo entero se ha vestido con la bandera de España. Da gusto ver balcones, coches, camisetas, vestidos, gorros, pelucas, cosméticos y todo tipo de cosas, luciendo nuestra bandera. "Pafuera complejos", desde reyes a plebeyos todos luciendo bandera. Y todo por un grupo de "locos bajitos" que nos han llevado a la cumbre del fútbol. España está de moda y todos nos queremos subir al carro del éxito. En fin, qué cosas.
 En estos días el mundo entero se ha vestido con la bandera de España. Da gusto ver balcones, coches, camisetas, vestidos, gorros, pelucas, cosméticos y todo tipo de cosas, luciendo nuestra bandera. "Pafuera complejos", desde reyes a plebeyos todos luciendo bandera. Y todo por un grupo de "locos bajitos" que nos han llevado a la cumbre del fútbol. España está de moda y todos nos queremos subir al carro del éxito. En fin, qué cosas.Y digo yo, ¿por qué no podríamos hacer lo mismo en otros aspectos de nuestras vidas? ¿Por qué no nos quitamos complejos y lucimos orgullosos la bandera de nuestras creencias? ¡Soy cristiano! ¡Gloria a Dios! Cuántas veces parece que estamos pidiendo disculpas a los que no les gusta que nos proclamemos cristianos. Al igual que no nos ha importado lucir bandera, sin complejos, ¿por qué no lucimos crucifijos, rosarios, etc.. del mismo modo? A veces actuamos como con miedo al ridículo, con miedo que descubran que vamos a Misa, que rezamos, que nos acordamos de Dios, que llamamos hermano a Jesús, que creemos en el poder del Espíritu Santo, que creemos que Él lo puede todo y que tenemos una Madre que vela por nosotros con amor incansable. Somos del equipo de Dios y no podemos dejar de reconocer su victoria diaria en nuestras vidas. Seamos consecuentes y luzcamos con orgullo nuestras señas de identidad.
 
 
 
 
 

