viernes, 2 de enero de 2015

A vueltas con el año


Aquí estamos de nuevo comenzando un nuevo año. Hemos pasado la hoja del calendario una vez más. De 2014 a 2015. Llega el momento de hacer memoria, de repasar los acontecimientos de un año ya casi vencido. También es el momento de abrirse a las nuevas sorpresas que nos trae este año que empieza. Y ¿qué decir del que se acaba? Pues que, como casi siempre, ha tenido un poco de todo.
De todas las cosas buenas y malas que me han pasado espero haber aprendido algo, para bien o para mal. Cuando pienso en lo que está pasando en algunas zonas del mundo, me planteo que realmente no deberíamos quejarnos de nada. Por supuesto que todos pasamos por momentos mejores o peores, pero no puedo ni llegar a concebir lo que están sufriendo los cristianos perseguidos en Irak o Siria. También pienso en tantas noticias que se nos han olvidado porque para nuestra mentalidad rica y opulenta ya no existen: las niñas secuestradas en Nigeria, el ébola, los cristianos perseguidos, etc... Le pido al Señor que no nos permita olvidar, que nos haga reflexionar sobre lo que otros sufren. Que nuestros ojos, que nuestro corazón, que nuestros oídos, no se cierren ante el grito de tantos que están sufriendo. Por eso no me queda más remedio que dar gracias a Dios por el año que se acaba y por el nuevo que empieza.
Ayer escribí esto en mi cuaderno: "Ya empezamos otro año. Estoy en Misa en San Bruno, comenzando el año de la mano de María. La frase que me ha resonado es: 'Nadie puede dar testimonio de lo que no vive'. ¿Propósitos? Ser cada vez más consciente de mi necesidad de vivir como hija de Dios. ¿Proyectos? Llegar a ser verdadera discípula como María."
Os deseo a todos un año 2015 lleno de paz, alegría, amor y todo tipo de bendición. Espero que podamos seguir compartiendo aunque sea de lejos.