viernes, 29 de febrero de 2008

Cada cuatro años

Hoy, 29 de febrero, les hablaba a mis alumnos de lo raros que son los 29 de febrero. Hasta dentro de cuatro años no volverá a suceder. Me miraban con ojos enormes cuando les decía que cuando volviera a ser 29 de febrero ellos tendrían 4 años más. Ahora tienen 6, y tener 10 años les parece una inmensidad. ¡Qué graciosos!
Yo no conozco a nadie que haya nacido un 29 de febrero, pero supongo que habrá bastante gente nacida ese día. ¿Qué se sentirá al saber que tu cumple es cada cuatro años? En años normales supongo que decidirán celebrarlo el 1 de marzo, porque realmente el 28 todavía no habían nacido. ¿Conocéis a alguien en esa situación? A mí siempre me han encantado los años bisiestos (en inglés leap year). Me gustan porque me gustan los años pares, y me gustan las olimpiadas. Además soy una obsesa de los calendarios. En fin, que aunque parezca una tontería, te da qué pensar que de pronto un año tenga un día más. Supongo que eligieron febrero, por ser el mes más corto. La verdad es que no lo sé a ciencia cierta. Si hay alguien por ahí, que lea esto, que pueda contestarme se lo agradeceré. ¿Por qué 29 de febrero y no 32 de agosto?

lunes, 18 de febrero de 2008

Mamá cumple 80 años


Hoy mi madre cumple 80 años. Ayer estuvimos toda la familia celebrándolo. Nos lo pasamos genial. ¡Está estupenda!
La verdad es que es todo un personaje. Su nombre completo es Doris Emily White Rowe. Nació en Barcelona, en la colonia inglesa, un 18 de febrero de 1928. En 1936, cuando estalló la Guerra Civil en España se tuvo que marchar con toda su familia a Inglaterra. Fueron evacuados. Tenía 8 años, y recuerda muy bien esa evacuación. El barco que les llevó hasta Marsella y de allí a Inglaterra. Poco después estallaba la Segunda Guerra Mundial, en 1939, y fue evacuada de la zona de Londres con su hermano Charles. Más aventuras. Estudió secretariado comercial y comenzó a trabajar en distintos sitios, uno de ellos la Embajada de España en Londres. Como le gustaba mucho todo lo español, por sus recuerdos de niña en Barcelona, se vino a Madrid en el año 1950, con la intención de estudiar un año nuestro idioma. A partir de allí su vida cambió. Un día fue a comer a un restaurante de Madrid y en otra mesa había dos amigos. Ella era alta, delgada, rubia y de ojos claros (grises para más señas). Bastante espectacular para la época. Estos dos amigos se fijaron en ella y uno de ellos decidió abordarla. Su nombre era Rafael Martín Fito. La historia terminó en boda 4 años después. Se casaron un 21 de julio de 1954. A partir de allí vinieron los hijos, 6 en total: Ana, Carlos, Lourdes, Dolores (Dolly), Sara y Rafa. Tristemente, Sara murió al poco de nacer. Era lo que se llamaba un "bebé azul". Son bebés que nacen con un defecto en el corazón, la sangre de las venas y de las arterias se mezcla por faltarles no sé qué pared del corazón. Lo que ahora es una simple operación, en esa época era algo difícil de superar. Yo tengo un recuerdo vago de esa época. Tenía 4 años. Recuerdo a mi madre triste, y a mis tías que nos contaban que mi hermana estaba en el cielo. En fin, una pena. Pero no es momento para la tristeza, es momento de celebración. Y ella ha celebrado muchas cosas. Las bodas de 4 de sus hijos. El nacimiento de 7 nietos, preciosos: Sara, Cecilia, Carlos, Celia, Beatriz, Leyre y Rafa. Sus bodas de oro. Y hoy, su 80 cumpleaños. En junio los cumplirá mi padre, y lo quieren celebrar juntos por todo lo alto. Lo de ayer, según ella, es sólo un aperitivo.
Yo quería escribir 80 razones para felicitarla, 80 razones por lo que la quiero. Realmente me quedaría corta, pero hay una que está por encima de todas: es mi madre. La que me dio la vida, la que me llevó en su seno, la que me cuidó cuando estaba malita, la que me enseñó a leer con paciencia infinita, la que secó mis lágrimas, la que rió conmigo, la que se alegró con mis triunfos y me consoló en mis fracasos, etc... Gracias mami, por tu sentido crítico, por tu gran sentido del humor (tan british), por tu sensibilidad, por tu perfeccionismo, por no creerte lo mucho que vales, por haber rezado todas las noches con nosotros cuando éramos pequeños, por entusiasmarte con las pequeñas cosas, por disfrutar tanto viajando, por tu paciencia y por tu impaciencia, por seguir queriendo tanto a papá, por tener las ideas tan claras, en fin, por ser tú, como eres. Sólo un reproche, no haber heredado tu altura, tu tipazo y tus ojos. ¡Qué se le va a hacer!

lunes, 11 de febrero de 2008

150 años de bendiciones


Hoy se cumplen 150 años de la primera aparición en Lourdes.

Desde ese día no han dejado de suceder los milagros y las bendiciones en este rincón de Francia. Cuando yo era pequeña no me gustaba mi nombre. Me sonaba raro. No conocía a nadie que se llamara así y no sabía lo que significaba tener este nombre. Hoy, en cambio, me encanta mi nombre. Empecé a reconciliarme con él después de visitar Lourdes. Lo que vi allí me dejó una huella imborrable. Se podía palpar la fe en todas esas personas que visitaban el Santuario. El silencio en la zona de la gruta, las caras de todos esos enfermos, la sonrisa y cuidado de los que les acompañaban, son algo que nunca se puede olvidar. Desde la primera vez he estado varias veces, y espero volver este año para poder celebrar este aniversario especial. Yo me llamo María Lourdes por un milagro que realizó la virgen en la vida de mi madre. Me tenía que llamar Helen, como la hermana pequeña de mi madre, pero sucedió lo que sucedió y me pusieron este nombre tan mariano. Mi madre había enfermado después de nacer mi hermano Carlos. Tenía cavernas en un pulmón y la mandaron a un hospital de Salamanca para enfermedades pulmonares. Estando allí se enteró de que volvía a estar embarazada. Se preocupó por la criatura que venía y una monjita que allí había le dijo que rezara a la Virgen de Lourdes. Ese año era el centenario de las apariciones, y según dijo la monja "la Virgen realizaba muchos milagros". Mi madre creyó en lo que le dijo y se puso en manos de María. Podía suceder que al nacer la criatura estuviera enferma o que no llegara a nacer, o tantas cosas. Sucedió que yo nací, sin enfermedad y además mi madre se curó. Cuando mi padre le preguntó cual era el nombre de la recién nacida, mi madre respondió sin dudarlo: "María Lourdes". Años después me doy cuenta de que desde antes de nacer el Señor me ha estado cuidando por intercesión de María. Por eso, hoy, elevo un canto de acción de gracias a Dios y a esa Madre amorosa que siempre cuida de sus hijos. Si todavía no habéis ido a Lourdes os animo a hacerlo. Es una experiencia inolvidable.

viernes, 1 de febrero de 2008

Nuevo mes

Ya estamos en febrero. La verdad es que es un tópico pero, realmente, ¡qué deprisa pasa el tiempo! Ha sido un mes de enero estupendo. Como ya conté, el año no podía haber empezado mejor para Cecilia y para mí. Las dos con trabajo, y encima disfrutando de ello. Hoy pensaba que hasta me gusta madrugar, ver amanecer de camino al cole. Me da tiempo a rezar, a pensar en muchas cosas y disfruto muchos esos viajes. Lo peor es el constipado que tengo desde que empecé a trabajar. Me está costando soltarlo, pero ya voy mejor. Si lloviera quizá se me pasaría antes. En fin, ya parece que va mejorando. Este trabajo te fuerza mucho la voz. Entre el catarro y que no paro de hablar, estoy afónica. Además, los diminutos te obligan a levantar bastante la voz de vez en cuando. Tendré que aprender a controlarla.
La oración que he puesto me la dieron el otro día en el cole. Celebramos el día del profesor con una Eucaristía y una comida. Estuvo genial. Los niños se fueron antes y allí nos quedamos los profes a comer y disfrutar. El lunes no hubo clase y por eso esta semana ha sido realmente corta. Aunque intensa. Entre unas cosas y otras ya llevo casi un mes trabajando. Se me ha pasado volando. A veces me parece que llevo toda la vida en el cole, y eso me decía una de mis compañeras, que le parecía que siempre había estado yo allí. ¡Qué bonito!