domingo, 2 de noviembre de 2014

SIETE AÑOS TIRANDO P'ALANTE


El día 30 de octubre de 2007 nacía este blog. Era una época difícil para mí. Me había separado, había cambiado de casa, buscaba trabajo. En fin, un momento duro. Empecé a escribir este blog como terapia. Casi como un juego. Poco a poco fue enganchándome y me encantaba volcar lo que veía, lo que vivía. La verdad es que desde que estoy con lo de Misión MAS, el Facebook, el Twitter, el blog de Wordpress, le dedico mucho menos tiempo a este cuaderno de bitácora. Pero allí sigue, tejiendo los entresijos de mi vida. Dejando ver destellos de momentos muy concretos.
Todo empezó, como ya he dicho, casi como un juego. Un conocido había creado un blog, Travellers, y cuando me invitó a participar se me despertó la curiosidad y creé Tirarpalante. Unos días antes, otra persona, me había dicho la frase que está en la cabecera. Siempre adelante, sin volver la vista atrás. Desde un punto de vista evangélico es lo que el Señor nos dice a los que le queremos seguir: la mano sobre el arado, sin mirar atrás. Y ese es un verdadero reto: Lo pasado, pasado está. Lo futuro está por venir. Vivir el presente a tope. Y eso intento.
Ha habido algunos que se han hecho seguidores. Tampoco era mi intención. Esto es un poco como cuando hablas por la radio, medio que me encanta. ¿Quién te está escuchando? Ni idea. ¿Quién me está leyendo? Ni lo sé, ni tampoco me importa mucho.
En estos años he ido abandonando muchas cosas. ¡Muchísimas! Pero no dejan de ser simplemente cosas, objetos inanimados que ya han cumplido su papel en mi vida. A lo que todavía no he aprendido es a prescindir de las personas, y en estos años me he ido quedando cada vez más sola. A veces por mi culpa, otras porque simplemente la gente ha pasado y pasa de mí. Y eso me duele. Pero no quiero quedarme relamiéndome las heridas y pensando "pobrecita yo". No. Tengo un amigo fiel que no me abandona nunca, y ese es el que a diario me rescata y me pone de pie. ¿Su nombre? JESÚS. Aunque, no quita para que busque tener también ese "calorcito" humano que echo de menos.
Pero, lo dicho, siempre p'alante.
Esta es la palabra que hoy me ha regalado el Señor y me la apropio y la hago mía. Es de las lecturas de hoy. Es la primera, y dice así:
"Me encuentro lejos de la paz, he olvidado la dicha. Me digo: ¡Ha fenecido mi vigor, y la esperanza que me venía del Señor! Recuerda mi miseria y mi vida errante: ¡todo es ajenjo y amargura! Mi espíritu lo recuerda, y se hunde dentro de mí. Pero hay algo que me viene a la memoria, algo que me da esperanza: Que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión; antes bien se renuevan cada mañana. ¡Qué grande es tu fidelidad! El Señor es mi lote, me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor" (Lamentaciones 3, 17-26).
Es que ando dos días algo "vacía" y, como dicen los ingleses, "blue". Le pongo mucha ilusión a las cosas y había puesto mucha en la Fiesta de los Campeones-Holywin que organizaba Misión MAS. Todo resultó bien, pero eché de menos a muchas personas que me hubiera hecho ilusión que estuvieran allí. Que apoyaran con su presencia. Personas que me han acompañado en buena parte de estos años y que ahora están  "desaparecidas", como si yo estuviera  "apestada". De ahí que esta palabra me haya venido como anillo al dedo. Le pido al Señor que no me olvide que Su misericordia no termina y no se acaba Su compasión.
Pues eso, espero poder seguir tirando p'alante algunos años más y espero que alguien me acompañe en este trayecto de mi vida. A los que ya lo hacéis, gracias mil. A los que ya no me queréis, gracias mil por haberlo hecho un día. A todos os deseo que el Señor os bendiga a cada paso del camino.