miércoles, 30 de noviembre de 2011

De visita

Después de meses de preparación por fin llegaron Sor Sophie y Laurent a Madrid. Venían a presentar su Asociación, ACAY, fundada por las Misioneras de María en Filipinas. Llegaron el viernes 25 hacia las 4 de la tarde desde París. Llevaban en Francia varias semanas presentando en distintos lugares su preciosa misión. Llegaban algo cansados, pero con ganas de emprender su "tournée" madrileña. Nos fuimos para casa de Jose Monedero en Majadahonda, quien generosamente nos ha alojado durante estos días. Después de descansar y comer algo nos fuimos al grupo de Santa María del Buen Humor donde Sor Sophie dio testimonio de su misión. Como siempre la acogida fue maravillosa. Al día siguiente estuvimos paseando por Madrid: Palacio Real, Catedral de la Almudena, Plaza Mayor y disfrutamos de una mañana soleada y luminosa de otoño. Hacia las 4, Jose se marchó porque tenía Confirmaciones en su Parroquia, y nosotros tres nos dirigimos hacia la Parroquia de la Araucana, donde a las 6 teníamos la presentación de ACAY. Llegamos cargados de ilusión a preparar el proyector, los distintos artículos que realizan las niñas de la Escuela de Vida (uno de sus programas), los folletos para apadrinar, etc.. Después de comunicarlo a diestra y siniestra ¡sólo acudieron 7 personas! Personas a las que agradezco profundamente su asistencia y participación. He de reconocer que me sentí bastante decepcionada y triste. Con todo el esfuerzo e ilusión que Laurent y Sor Sophie habían puesto para venir, me sentía muy mal por ellos. Aunque ellos siguieron adelante con la presentación como si tuvieran un auditorio multitudinario. Nos fuimos a casa de Jose a cenar, y se unió a nosotros Mariángeles de Frutos. La verdad es que fue una cena estupenda y nos reímos y charlamos hasta tarde. Dormí mal esa noche y al día siguiente me levanté con sabor a ceniza en la boca. Por la tarde teníamos que ir a la Parroquia de Sagra y Diego, a compartir con los jóvenes. Después del resultado del día anterior, reconozco que no me apetecía nada. Pero, nos esperaba una agradable sorpresa. Unos 15 jóvenes con el Padre Luis José, Sagra, Diego y otros adultos, nos recibieron con los brazos abiertos. Fue estupendo. Luego nos quedamos a la Misa con ellos y volvimos a casa de Jose con el ánimo muy levantado. Además el Padre Luis José mostró su interés por colaborar con la misión en Filipinas enviando algunos jóvenes voluntarios el año que viene. ¡Ya veremos! Al día siguiente, lunes 28, nos levantamos tarde, disfrutamos de un buen desayuno y dedicamos el día a hacer turismo. Les llevé a San Lorenzo del Escorial. El monasterio estaba cerrado, era lunes, pero pudimos pasear y disfrutar del sol del otoño. Desde allí decidí ir a La Granja de San Ildefonso, a que vieran el Palacio y los Jardines. Se quedaron maravillados. ¡Tan francés! De allí fuimos a Segovia donde visitamos la iglesia de San Juan de la Cruz y la Fuencisla. Se quedaron estupefactos con el Acueducto y el Alcázar. La verdad es que es una ciudad preciosa. No pudimos visitar mucho más porque ya se nos hacía tarde. Teníamos que levantarnos a las 3 y media de la mañana, para llegar al aeropuerto. Nos acostamos pronto y salimos de casa a las 4 de la mañana. No había nadie en la carretera y llegamos al aeropuerto a las 4 y media. Allí les dejé y me fui para casa. Dormí algo y, sobre todo, descansé después de unos días de intenso ajetreo.
Me ha encantado convivir estos días con ellos, y a pesar de la decepción puedo aseguraros que su visita ha sido una bendición por muchos motivos. Tienen los pies bien afianzados en la tierra y un empuje que sólo puede venir de lo alto. Éste no ha sido un final, sino el principio de tantas cosas por hacer.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Acción de gracias

Ayer celebraban los americanos, los de EEUU, el día de Acción de Gracias. A través de la tele y las películas lo hemos visto cientos de veces. La familia se reúne, come pavo, calabaza, puré de patatas, salsa de arándanos, etc. La verdad es que es algo totalmente ajeno a nosotros como tantas otras fiestas importadas desde "allende los mares". Pero he de reconocer que es bonito tener una fiesta para dar gracias. ¡Y tenemos tantos motivos para hacerlo! En nuestra Iglesia Católica existe una fiesta de acción de gracias, que suele pasar desapercibida por la mayoría. Es el día 5 de octubre, las Témporas de Acción de Gracias. Pero como ya he dicho pasa sin pena ni gloria; no se anuncia ni sale en la tele, se queda sólo para los que van a Misa ese día y poco más. La verdad es que es una pena, ¡qué mal vendemos nuestro producto!
Este mes he tenido muchos motivos para dar gracias a Dios. En primer lugar por mi hija Cecilia. El lunes 14 la tenían que ingresar de urgencias y estuvo dos días en el Hospital. Tenía un dolor abdominal muy fuerte, y como ya está operada de apendicitis no daban realmente con lo que tenía. Finalmente determinaron que era una pielonefritis (palabreja que yo nunca había oído antes), en definitiva una infección de orina grave. Yo tenía que irme a Alemania, a traducir en una reunión del ESCI (subcomité europeo del ICCRS), y no tenía nada seguro si podría ir o no. Finalmente, le dieron el alta hospitalaria el miércoles 16, y la dejé al cuidado de mi familia y su novio, y me pude ir, aunque reconozco que con el ánimo preocupado. Como siempre le digo al Señor: "Yo me voy a ocupar de tus cosas, y te pido que Tú te encargues de las mías". Hablé con Cecilia desde Alemania y me contó que había ido a su ginecóloga, que resulta que es mi prima, y le había dicho que a parte de la infección de orina, le había estallado un quiste en un ovario y había tenido una peritonitis química. A mí me ha pasado y os puedo asegurar que duele muchísimo. Gracias a Dios todo está bien y Cecilia está ya totalmente recuperada. Además en estos días ha tenido la alegría de ver renovado su contrato de trabajo y ya tiene un contrato indefinido, lo cual en estos tiempos es motivo suficiente para dar muchísimas gracias a Dios. A parte de todo esto, ya se va haciendo un nombre en el mundo del cine y ha presentado su corto en un festival en Madrid, y en dos festivales en Italia. ¡Gloria a Dios!
Mi viaje a Alemania también es motivo de acción de gracias. Siempre es una gozada volver a ver a tantos hermanos y hermanas que no tengo ocasión de ver a menudo. Sobre todo, porque viven lejos. Además fui con Mamen Sánchez y Mª Jesús Casares, de modo que pude compartir un montón con ellas. Estuvimos en un santuario llamado Heilligenbrunn, donde la comunidad de las Familias con Cristo tienen una casa. El nombre en español sería Fuente Santa, y es que tiene una fuente de agua milagrosa y es lugar de peregrinación. Está cerca de Munich, como a tres cuartos de hora, y a ese aeropuerto llegamos. Como suele pasar en mis viajes, no vimos nada "turísticamente" hablando, pero tuvimos la oportunidad de ver cómo el Señor está actuando en tantos países de Europa, y, sobre todo, ver como está la Renovación Carismática en los mismos. En estos días, que han sido agridulces, he aprendido una lección de la cual doy muchísimas gracias a Dios. ¡Qué importante es nuestro trato con los demás! Es decir, cuan exquisitos debemos ser con los que nos rodean. A veces, una palabra a destiempo, una broma aparentemente no maliciosa, pueden herir la sensibilidad de otro, y qué importante es solucionar la cuestión en el momento. Sobre todo, cuando nos encontramos en una posición de "liderazgo" o "superioridad" frente al otro. En fin, ¡qué importante es que las cosas no se enquisten!
Por esto y mucho más le doy gracias al Señor y le pido que no deje que me olvide de cada lección aprendida.

lunes, 7 de noviembre de 2011

LAS MISIONERAS DE MARÍA

Estando en Asís, en la celebración de Pentecostés, conocí a las Misioneras de María. Nos intercambiamos direcciones y empezamos a escribirnos. Me ofrecí a ayudarlas para darse a conocer en España y van a venir ahora en noviembre. Por eso me gustaría que pudierais venir a conocerlas en persona. Se dedican a ayudar a chicas adolescentes que han sufrido abusos de todo tipo, violencia, etc., y a chicos jóvenes en prisión para que tengan una segunda oportunidad en la vida. Además trabajan también con las familias para que estas terribles situaciones de vida no sucedan.
De modo que os convoco a estar con ellas el sábado 26 de noviembre, a las 6 de la tarde, en la Parroquia del Espíritu Santo y Nuestra Señora de la Araucana en la calle Puerto Rico, 29 de Madrid.

A los que estáis lejos o no podéis venir os invito a entrar en su web: http://www.acaymission.com/ Allí podréis ver todo lo que hacen.

Sin duda es bueno salir de nosotros mismos y pensar en otros más desfavorecidos. Por eso espero veros el día 26.