martes, 4 de octubre de 2011

Responder con amor

Ya ha pasado septiembre y el verano parece que no se quiere ir. El día 30 tenía intención de escribir una entrada, pero como siempre me pilló el toro y se fue septiembre sin que me despidiera de él. Quería escribir una carta de amor. Hoy lo voy a intentar. AMOR con mayúsculas.
Hace unos años en la Parroquia, un domingo en la Misa de niños, el párroco hablaba de las distintas personas que de modo voluntario ayudaban en los distintos servicios: catequistas, lectores, coro, etc... El párroco nos preguntó directamente a los del coro por qué lo hacíamos, por qué estábamos ahí, y a mí me brotó, sin pensarlo, esta respuesta: "por amor". Fue algo instintivo, espontáneo. Algo natural. En la JMJ el Papa les dijo a los voluntarios algo así: "tenéis que devolver en amor lo que por amor Él ha hecho por vosotros". Y es que se trata de eso. Si no lo hacemos por puro amor agradecido, nos quemaremos hagamos lo que hagamos. Por muy santo que sea. "Al atardecer de la vida nos examinarán del amor", escribió San Juan de la Cruz. Medirán nuestro amor, el amor con que hemos hecho cada cosa en nuestra vida.
El día 1 celebrábamos a Santa Teresa de Lisieux, la del Niño Jesús. Vivió abandonada y confiada al Amor de Jesús. Las lecturas de la Misa del día eran preciosas. Hablaban de abandonarse como un niño y reflejaban muy bien como fue la vida de esta Santa, tan grande y tan pequeña a la vez. El día 6 me voy a Paray-le-Monial (Francia), al Primer Congreso Mundial del Sagrado Corazón. Leyendo la vida de Santa Margarita María de Alacoque (para entrar en ambiente), me doy cuenta de lo que supone amar hasta el extremo. Entrar en la dimensión del corazón de Jesús que arde de amor por cada uno de nosotros. Estos días que ando algo revuelta, cuando me paro (o mejor dicho, paro mi cabeza) y pienso y siento Su amor, no tengo más remedio que elevar una acción de gracias y devolverle amor por amor. En estos días de revolución interior necesito recordar constantemente ese inmenso Amor. Mi corazón sólo encuentra reposo cuando se deja llevar en ese amor. Por eso sólo puedo devolver en amor lo que por amor Él me da desde que me levanto. Tengo ganas de ir a Paray. Tengo ganas de sumergirme en Su Amor y poder volver para repartirlo a manos llenas.
Desde la creación, puro acto de amor, este mundo se mueve por puro Amor de Dios. Pensándolo bien me doy cuenta de que evangelizar no debe ser más que transmitir ese amor a manos llenas, para que todos puedan participar de él. Si sólo se tratara de transmitir normas y códigos de moral, sería demasiado triste. El Señor no quiere cargarnos, quiere liberarnos. Su carga es ligera, su yugo suave. Nos ata con lazos de amor infinito, y es un amor que no tiene medida. No podemos ni imaginar su anchura, su altura, su profundidad. Lo llena y lo envuelve todo.
Algunos a lo largo de la Historia, han sabido vivir en la dimensión de ese inmenso Amor, y han hecho de su vida un puro canto de agradecimiento amando a sus prójimos hasta el extremo. Hoy celebramos a uno de ellos, San Francisco de Asís. ¿Qué más se puede decir de él? Es uno de los favoritos entre los santos, ¿o no? Para mí tiene un significado especial, pues fue en un día como éste, hace 17 años, que volví a la Casa del Padre. Hecho inolvidable que ha marcado mi vida. Desde entonces nada ha sido igual. Hoy puedo decir que es sin duda alguna lo mejor que me ha pasado, que no lo cambiaría por nada y que ¡TENGO EL MEJOR AMANTE DEL MUNDO!

2 comentarios:

Encarna dijo...

Viva San Francisco de Asís..Hasta la vuelta Lou .Ya nos contarás.Un besote Encarna

Mª Angeles de Frutos dijo...

Ya me habria gustado ir para allá, cuando oro en mi habitación siempre me dirijo al Sagrado Corazón q tengo en la mesilla, chiquitito, como toda mi casa, pero grande en misericordia. Q Él haga d nuestro corazón un lugar cálido para acogerle a Él y a todos los q se acerquen a nosotros. Gracias, pq sé q orarás por mí, yo lo hago tb x tí. Un abrazo. M. Angeles, la Frutines.