sábado, 28 de febrero de 2015

Desvaríos varios

La página en blanco impone. Cierro los ojos y pienso. ¿Qué decir? Con lo fácil que a veces resulta, ¿por qué otras veces se hace tan difícil? Quizás estoy perdiendo la buena costumbre de escribir y por eso tengo algo abandonado este cuaderno de bitácora. Ya lo dije hace tiempo, me gusta llamarlo así. No es una hoja de ruta, ni un diario, ni nada por el estilo. Es un cuaderno de bitácora.
De nuevo, estamos en Cuaresma. El tiempo vuela. Bueno, no siempre. Se hace eterno cuando esperamos algo, pero pasa volando cuando queremos retenerlo. Estos dos meses han sido buenos. No paro de hacer cosas, de conocer a gente nueva y de disfrutar, a mi manera, de todo. La verdad es que necesito poco para hacerlo.
En enero, a finales, tuvimos un Retiro con Misión MAS. Vino mi amiga Úrsula de Milán, para hablar del Fuego de Ars. Fueron unos días estupendos. Ahora va a empezar otro Cenáculo del Fuego en Madrid. ¡Ya estamos en dos parroquias!  Sería genial llegar a estar en todas las Vicarías.
Lo dicho. De nuevo en Cuaresma. Estos días estoy de lo más contemplativa. El otro día empecé a paladear a saborear el Padre Nuestro. Despacio. Cada frase. Como si lo estuviera aprendiendo o recitando por primera vez. ¡Qué pasada! No hay que decir nada más. Está todo. Alguno pensará, ¡pues vaya descubrimiento! Pues para mí lo está siendo. Me está ayudando a entrar en oración como nunca me había pasado. En fin, ¡pura delicia para el alma!
Siento estos desvaríos, pero es que así estoy. Errática. "Meditabunda" (palabra que me encanta). Hoy termina este mes. El más corto del año. Mañana marzo llegará oliendo a primavera. Ya se notan los días más largos. El sol un poquito más caliente. Y yo "tirando palante".

No hay comentarios: