viernes, 1 de febrero de 2008

Nuevo mes

Ya estamos en febrero. La verdad es que es un tópico pero, realmente, ¡qué deprisa pasa el tiempo! Ha sido un mes de enero estupendo. Como ya conté, el año no podía haber empezado mejor para Cecilia y para mí. Las dos con trabajo, y encima disfrutando de ello. Hoy pensaba que hasta me gusta madrugar, ver amanecer de camino al cole. Me da tiempo a rezar, a pensar en muchas cosas y disfruto muchos esos viajes. Lo peor es el constipado que tengo desde que empecé a trabajar. Me está costando soltarlo, pero ya voy mejor. Si lloviera quizá se me pasaría antes. En fin, ya parece que va mejorando. Este trabajo te fuerza mucho la voz. Entre el catarro y que no paro de hablar, estoy afónica. Además, los diminutos te obligan a levantar bastante la voz de vez en cuando. Tendré que aprender a controlarla.
La oración que he puesto me la dieron el otro día en el cole. Celebramos el día del profesor con una Eucaristía y una comida. Estuvo genial. Los niños se fueron antes y allí nos quedamos los profes a comer y disfrutar. El lunes no hubo clase y por eso esta semana ha sido realmente corta. Aunque intensa. Entre unas cosas y otras ya llevo casi un mes trabajando. Se me ha pasado volando. A veces me parece que llevo toda la vida en el cole, y eso me decía una de mis compañeras, que le parecía que siempre había estado yo allí. ¡Qué bonito!

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