viernes, 20 de junio de 2008

Por fin ¡verano!

¡Qué calor hace! La verdad es que nunca estamos contentos con el tiempo. Si llueve, porque llueve, si hace frío, porque hace frío, etc... Pero la verdad es que da gusto que ya haya llegado el verano. Aunque ya sé que los puristas diréis que hasta mañana día 21 no entra la estación, aquí ya hace un calor de julio.
Estos días he estado muy ocupada. El viernes pasado terminé mi suplencia en el cole y les hice una fiesta de despedida a mis niños. Llevé montones de chuches y nos pusimos como el kiko. ¡Qué recuerdos me traen las chuches! Mis niñas de tercero lloraban desconsoladas porque me iba y me daba la sensación de estar en mi propio funeral. Parecían un coro de plañideras. Me regalaron un montón de dibujos y otras cositas que, por qué negarlo, me emocionaron mucho. El miércoles volví al cole a preparar el Summer School (escuela de verano) y se me abrazaban como lapas. Me encanta pensar que estaré con algunos de ellos estos días de verano. Empezamos el lunes 23 y creo que va a ser bastante divertido. Ayer fue la fiesta del cole y de nuevo me llenaron de besos y abrazos. Realmente son una inyección de autoestima. Hoy hemos tenido una comida todos los profes y me lo he pasado genial. De momento no es seguro, pero hay posibilidades de que siga el año que viene en el cole. Ya os contaré.
Me ha venido muy bien descansar esta semana. Creo que sería ideal descansar 1 semana de cada 4 trabajadas. Estaríamos todos mucho más contentos. En vez de aumentar las horas de trabajo semanales, se deberían buscar fórmulas para distribuir mejor el tiempo de ocio y trabajo. Es tan importante disponer de tiempo para uno mismo. Aunque sea para perderlo.
Doy gracias al Señor por haberme regalado este trabajo en el cole, nunca pensé que fuera a disfrutarlo tanto. Ha habido de todo, momentos muy buenos, buenos, regulares, malos y realmente malos, pero todos han merecido la pena. He conocido a gente estupenda, y me encanta sentirme parte de un grupo.
También quiero darle gracias al Señor porque a mi padre le operaron de cataratas esta semana y ha ido todo muy bien. A todos los que han orado por ello, gracias de todo corazón. ¡Qué poder más inmenso el de la oración de los hermanos! ¡Qué inmenso tesoro!
Me siento muy mimada por el Señor, y a pesar de algunos nubarrones, sé que todo está en sus manos y que pase lo que pase este verano (y después) Él me seguirá cuidando como lo ha hecho hasta ahora.

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