sábado, 8 de mayo de 2010

Por fin trajo el verde Mayo....

Así empieza el poema de Miguel Hernández " Romancillo de Mayo", y la verdad es que Mayo ha empezado verde y con fuerza. El campo luce en todo su esplendor todo tipo de plantas y, lo siento por los alérgicos, es una pura maravilla. El tiempo, meteorológico, está algo revuelto, pero todos los años es así. Los madrileños sabemos que San Isidro (15 de mayo) suele ser lluvioso, coincidiendo además con las tardes de toros en Las Ventas. Mayo trae más cosas consigo. Es tiempo de Primeras Comuniones, de flores a María, de días de la Madre, de Ascensión y Pentecostés, de anticipo del verano. Huele ya a final de curso en el cole y los niños lucen ya el uniforme de verano (aunque las temperaturas bajaron a niveles de febrero). Es tiempo de repasar lo que nos queda, de prisas y de pausas. En mi pueblo, Alpedrete, es tiempo de fiestas patronales (Santa Quiteria, día 22). En mi familia es tiempo de cumpleaños (¡nada menos que 5!). Podría decir que el verde mayo ha traído un montón de cosas en su mochila.
Últimamente escribo poco. ¿Acaso no tengo nada que contar? No lo sé. Se me ocurren multitud de cosas pero por pereza y por falta de tiempo nunca acabo de plasmarlas. Una de las cosas que quería hacer es manifestar mi absoluta indignación con los periódicos que publican anuncios de contactos. ¡Es una auténtica vergüenza! En periódicos de tirada nacional en donde se pueden leer anuncios que rayan en lo delictivo. Donde se ofertan mujeres como si fueran productos a consumir. Y todo con la connivencia de todos nosotros que no hacemos absolutamente nada para que se erradiquen . Estoy dispuesta a emprender una campaña en contra de todos esos periódicos que ganan muchos dinero con todo esto y luego se rasgan las vestiduras en contra de otras cosas. En fin, cuando se trata del vil metal está claro que la gente se vende por lo que sea. Si alguien quiere comprobarlo no tiene más que leer cualquiera de esos periódicos y comprobar lo que digo (El País, El Mundo, ABC, etc..) Se libran Público y La Razón que no publican ese tipo de anuncios. Creo que se debería hacer algo. ¿No os parece vergonzoso?

1 comentario:

Mari Angeles dijo...

Realmente indignante, hace mil años que me dan ganas de llorar pensando en lo que dices: se pasean alegremente por las páginas de periódicos que hipócritamente se rasgan vestiduras por cosas menos escandalosas. Sabes que es un tema con el que estoy sensibilizada. Me horrorizó pasear por el barrio rojo de Amsterdam y ver a las mujeres en los escaparates, pero lo peor fué ver el tono jocoso y las risas que lucían los paseantes y turistas, no pude evitar ponerme a llorar ante tal indignidad. Besos.