viernes, 3 de febrero de 2012

Valientes


Mañana se celebrará en todo el mundo el Día Mundial contra el Cáncer. Ya he expuesto lo que pienso de esos días "especiales" para recordar distintas cosas o personas, pero en esta ocasión me parece realmente importante hacer un alto en el camino y hacer un homenaje a tantos valientes que se enfrentan o se han enfrentado al cáncer. Creo que no me equivoco al afirmar que todos conocemos a alguien con cáncer, y a más de una persona. Algunos han fallecido, pero gracias a Dios muchos han superado la enfermedad y son todo un ejemplo de tesón y de fe. En estos días muchos famosos están prestando su imagen y su voz para esta noble causa y así ayudar a otros con su testimonio. Me parece bien, porque se despojan del aura del "famoseo" y se convierten en personas de carne y hueso que sufren y lloran como todos. Pero, ahora pienso en los anónimos, en las personas de nuestro entorno, que nos dan testimonio a diario de su lucha por VIVIR. Y algunos hasta el último aliento, como Fidel, que hoy hace un año que nos dejó y hasta el final mantuvo una pasión por la vida increíble. Pienso en mi abuela materna y en las dos hermanas de mi madre, que superaron un cáncer de mama. Pienso en Irene, que pasito a paso va superando cada día los efectos de la quimio y la radioterapia, y todo ello con una sonrisa y una fe inquebrantables. Pienso en Rosa Piquer, guapa, fuerte, alabando sin cesar. Pienso en Miquette, mi suegra, que después de una noche oscura murió sonriendo en brazos de su Amado. Pienso en María Francisca, pequeña, delgada, permanentemente sonriente y fiel. Pienso en Vale, en sus luchas interiores, en su abandono a la voluntad del Señor. Pienso en Marisol, la mujer de José Ramón, que acaba de ser operada y lo está pasando mal. Pienso en Ángel, de 5 años, y que fue un verdadero ángel para sus padres hasta el final. Pienso en Miquel, grande, vocinglero y luchador. Pienso en Fermina que ha superado tantos "baches", y en Francisco, su marido. Y así podría enumerar una lista interminable de verdaderos valientes, y de sus familias. Porque está el enfermo, pero también está el acompañante, el cuidador, el que se desvela y a veces se exaspera. Ellos también se merecen su homenaje. Por todos ellos doy muchas gracias al Señor, y le pido que su amor se desborde sin medida sobre todos ellos.

1 comentario:

Mª Angeles de Frutos dijo...

Muchas gracias a todos por enseñarnos tanto, por esa dignidad que mostráis a la hora de "tirar p´alante". Fidel, amigo fiel, te echo de menos, a tí mamá, a todos los conocidos y amigos q nombras Lou, a los pacientes nuestros, gente anónima....hoy merecéis ser recordados y q contéis con nuestra oración. Lou, especialmente recuerdo a esa madre joven q perdió a su marido Mauricio, y hoy se enfrenta al cáncer de dos de sus niñas pequeñitas, es conmovedor, pobre mujer!!. Señor, ten piedad!!!