domingo, 19 de mayo de 2013

Corazón abierto



Me ha encantado esta foto del Papa Francisco, la verdad es que no hay casi ninguna que no me guste. Este Pontificado está siendo muy mediático. Todos los días con fotos, comentarios, palabras, gestos, etcétera. Pero eso será tema de otra entrada, quizá algún día.
Hoy quiero contaros cómo viví la Vigilia de Pentecostés aquí en Madrid. Yo tenía que haber ido a Roma (bella, bella Roma) pero no ha podido ser. Decir que no me ha sentado mal, sería mentira. El ICCRS (Servicios de la Renovación Carismática Católica Internacional) organiza una celebración de Pentecostés en Roma y se suponía que yo tenía que ir a traducir, pero finalmente sólo necesitaban una traductora de español, y yo no he sido la elegida. Me hacía ilusión volver a Roma, y además estar con el Papa Francisco (aunque fuera de lejos). Pero, ¡otra vez será! Mi decepción, me llevó al enfado y a cerrar mi corazón, un instante, a lo que el Señor podía darme. En ese estado de ánimo, de decepción, anduve unos días, sintiéndome pobre y abandonada, no querida y todas esas "agradables" actitudes que adoptamos cuando cerramos el corazón. He de reconocer que la envidia, esa señora verde y orgullosa, me acompañó también. Finalmente recuperé la cordura y mi ánimo se aplacó, y decidí abrir el corazón a las sorpresas del Espíritu. Y así me encaminé ayer por la mañana al Retiro de Vigilia de Pentecostés con mis hermanos de la Renovación en Madrid. Podía haberme quedado en casa lamiéndome las heridas y sintiéndome la más desgraciada entre las desgraciadas, pero entonces me hubiera perdido el día maravilloso que el Señor tenía preparado para mí y para todos los que asistimos. Predicaba Juan Luis Rascón, párroco de San Antonio de la Florida, y la verdad es que me sorprendió muy agradablemente. Desde los Laudes se notó la presencia del Espíritu y las ganas que teníamos todos de "abrirnos en canal" para acogerlo. Disfruté mucho sirviendo en la música y animando la alabanza. Es siempre una gozada ver alabar al pueblo de Dios, y ayer alabamos con ganas y con gusto. El Padre Juan Luis nos situó en posición de salida para salir del Cenáculo y extender el fuego de Pentecostés 'hasta los confines de la tierra'; ligeros de equipaje, pero bien calzados para el largo camino por delante. El Señor estuvo muy presente todo el día. Tuvimos una Adoración por la mañana, animada por el Padre Chalo, y por la tarde una oración de intercesión con el Santísimo expuesto, llevada por el Padre Rubén. ¡Una auténtica pasada! Durante la Eucaristía muchos hermanos nuevos recibieron la Efusión del Espíritu y era emocionante ver sus caras, sus lágrimas, su sonrisa, su estupor. Todo fue sencillo, entrañable y muy ungido. Al final el equipo de servidores del Encuentro me sorprendió regalándome un centro de flores precioso, de los que decoraban el altar. Sentí como si el Señor mismo me las regalara. Después de mis días de corazón cerrado, en cuanto lo abrí un poquito, el Señor aprovechó para llenarme de sorpresas. Yo no necesito flores ni nada para estar agradecida al Señor por todo lo que me da, ni para que reconozcan un servicio que hago de mil amores, pero tengo que decir que se agradece mucho cuando, a través de los hermanos, el Señor nos da las gracias. Y sobre todo, cuando unos días antes nos hemos sentido tan poca cosa.
Por eso me gusta esta foto del Papa y el mensaje que tiene. El corazón cerrado sólo conduce a la desesperación y a la tristeza; a centrarnos en nosotros y a no ver más que nuestro pequeño universo. Ojalá pudiéramos todos vivir siempre con el corazón abierto.


3 comentarios:

releante dijo...

Pues me alegro que al final hayas abierto tu corazón y que vieras como el Señor recompensa y tiene motivos para hacer lo que hace. Además te llevaste un bonito centro floral. Un abrazo

Aleteos dijo...

No es fácil vivir una situación así. Afortunadamente tu corazón es grande y pudiste abrirlo a lo que el Señor tenía pensado para ti en este Pentecostés.
Te honra este post, hermana.
Abrazo fuerte !!

Gonzalo dijo...

Fue un retiro muy ungido con una muy fuerte alabanza