La Transfiguración del Señor. Santos: Sixto, papa y mártir; Hormisdas, papa; Felicísimo, Agapito, diáconos y mártires; Jenaro, Magno, Vicente, Esteban, Quarto, mártires; Cremetes, Melasio, abades; Jordán, Justo, Pastor, mártires; Eusocio, Maurino, Estapino, obispos; Jacobo o Santiago, eremita.
Hoy he tenido que preparar la comida. Mi padre quería una ensalada "sencillita". Me ha dicho exactamente los ingredientes que él quería. He decidido hacerlo cómo él me ha indicado, pero además colocar otros ingredientes en distintos cuencos, por si a los demás les apetecía una ensalada algo más "complicada". Al hacerlo me ha venido a la mente que así debe ser cómo Dios nos prepara la "ensalada" de nuestra vida. La base es sencilla, pero cada uno tiene la capacidad de añadirle los ingredientes que quiera. Las posibilidades son infinitas como lo es Dios. ¡Qué cosa esto del libre albedrío! Creo que no hay libertad más grande que la de poder elegir... para bien o para mal.
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