jueves, 24 de diciembre de 2015

Esta noche es Nochebuena y...



La verdad es que el tiempo vuela. Y yo no alcanzo a correr con él. La última entrada tiene más de 2 meses y me da la sensación de que fue ayer cuando la escribí. Pero no, el tiempo ha corrido y yo no he sabido atraparlo. No importa. La realidad, lo actual, lo de hoy es que estamos en Nochebuena y manaña será Navidad. Y eso no podemos obviarlo ni olvidarlo. Aunque en estos tiempos haya tantos que quieran negar el hecho del nacimiento de Jesús y que se trata precisamente de celebrar eso. Punto final. No hay otro motivo. Ni fiestas de invierno, ni solsticios de invierno, ni "reinas magas" de la Navidad. Dios, en su entrañable misericordia quiso abajarse, hacerse como nosotros y se encarnó en un Niño, pobre, débil y necesitado. Y lo hizo por amor a cada uno de nosotros. Para salvarnos. Por eso no podemos dejar de dar gracias, de celebrar. Y para ello no hacen falta ni grandes comidas, ni grandes gastos, ni luces, ni adornos, ni nada externo. Es en nuestro corazón, pobre, débil y pequeño donde celebramos. Y allí en el silencio nace el Niño Dios. Que podamos celebrarlo, solos o acompañados, como Dios se merece. Que entonemos cantos de júbilo, aunque sea en silencio. Que nadie ni nada nos robe la alegría. Os deseo a todos una Feliz y bendita Navidad.

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