martes, 3 de julio de 2012

Días "apocalípticos"

Aunque por el título de la entrada pudiera parecer que me estoy refiriendo a días terroríficos o espantosos, nada más lejos de la realidad. Han sido días de "revelación", que al fin y al cabo es lo que significa Apocalipsis. Pero, como toda historia que se precie, empecemos por el principio.
Tengo unos buenos amigos que viven en Tomelloso (Ciudad Real) y que se llaman María y Mariano. Desde hace años hemos compartido en la Renovación muchos momentos, buenos y malos, y seguimos en contacto a través de Internet. Son dos personas inquietas (y muy libres), que trabajan con ahínco el tema de la evangelización, en definitiva de la construcción del Reino. Muchas veces me han invitado a cosas que organizaban, o a las que iban a asistir, pero por una razón u otra nunca podía ir con ellos. Pero, esta vez, todo estaba a favor de que pudiera aceptar su invitación. María y Mariano tienen una casa a las afueras de Tomelloso, a la que han puesto el nombre de Betania...
Así empezaba a escribir hace una semana sobre lo que había vivido desde el jueves anterior (21 de junio). Perdonadme que sea tan quisquillosa con las fechas, pero no lo puedo evitar. Como decía, así empezaba mi entrada dispuesta a contaros todas las maravillas vividas, pero entre unas cosas y otras todo se truncó. Yo volví de Tomelloso, de pasar unos días estupendos, el lunes por la tarde. El martes tuve que bajar a Madrid a  estar con mi madre. Le habían quitado una muela y como mi padre tenía que salir me quedé con ella. Volví a dormir a casa en Alpedrete, decidida a hacer un montón de cosas al día siguiente. Entre ellas, seguir esta entrada en el blog. Me levanté temprano, como casi siempre, y después de desayunar decidí ir a dar un paseo. Ya le había comentado a mi madre que quería empezar a caminar todos los días una hora o más, por aquello del colesterol y de la línea. Tenía trazado ya un plan de todo lo que iba a hacer y me fui tan contenta de paseo. El resultado fue, que desde entonces no he vuelto a mi casa. Andando, andando, salí del pueblo siguiendo la carretera hacia Guadarrama, estaba pensando que ya era hora de dar la vuelta cuando se me torció el tobillo izquierdo y caí al suelo. Con tan mala pata, que una piedra afilada como un cuchillo me cortó la rodilla derecha. En un principio yo intenté levantarme sin darme cuenta de lo que me había hecho. Pasaba un hombre corriendo que se paró y me ayudó. Fue a buscar a otros dos que estaban a la puerta de una casa y me vinieron a buscar con un coche para llevarme al Centro de Salud. La pierna no dejaba de sangrar y uno de ellos se quitó la camiseta y me envolvió la rodilla con ella. La verdad es que en aquel momento fueron mis ángeles de la guarda. En el Centro de Salud me limpiaron y me pusieron la antitetánica, luego valoraron la herida y decidieron mandarme al Hospital para que me cosiera un cirujano. La herida era demasiado profunda. Mi hija vino a buscarme y me llevo al Puerta de Hierro. Tardaron bastante en atenderme, pero finalmente un cirujano majísimo, Javier, me atendió. Conclusión: rodilla derecha cosida (puntos internos y externos) y tobillo izquierdo vendado por un esguince. ¡Todo un cuadro! Mi hija, Cecilia, fue a mi casa a prepararme una maleta con lo básico y luego me trajo a casa de mis padres donde estoy desde entonces. Gracias a Dios la herida no se ha infectado y el esguince es leve, de modo que ya me muevo con una muleta por toda la casa. En fin, que todos mis planes quedan postergados hasta el 11 de julio que me quitan los puntos. Llevo dos meses algo "pochos" y espero no tener más sustos en una temporada.

Os quiero acabar de contar lo que empecé a escribir la semana pasada y por eso, debemos darle al botón de "rebobinar" y volver para atrás, a Betania...
 Cuando compraron la casa no se llamaba así, se llamaba Dos Hermanas, pero otro amigo (hermano), Simón, fue el que les dio la idea de ponerle el nombre de Betania. Como el lugar donde Jesús iba a descansar, a retirarse, a disfrutar de sus amigos. Simón dijo que así sentía esa casa cada vez que iba, y Mariano y María le pusieron el nombre. En Betania reciben a hermanos, organizan retiros, y disfrutan a tope compartiéndola con todo el que quiera ir.  Y allá que me fui a disfrutar de su compañía y a compartir unos días "apocalípticos".  Hemos tenido un Retiro sobre el Apocalipsis con el P. Hernán Pereda de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey. Yo llegué un día antes de que empezara "oficialmente" y pude disfrutar de María y Mariano, y de Lupo su perro, sólo para mí. El retiro empezó el viernes 22 por la tarde, y aprovechamos para hacer un poco de turismo manchego antes. Como yo no conocía las lagunas de Ruidera, pues allá que nos fuimos. ¡Qué maravilla! El jueves fue mi primer contacto, el viernes volvimos a comer por la zona y nos bañamos. Una de las cosas que más me impresionó fue el color del agua. Por la tarde, verde esmeralda, por la mañana, azul turquesa. ¡Asombroso!
El Retiro fue muy interesante. El P. Hernán es un auténtico erudito, tipo Vicente Borragán, y sabe transmitir con sencillez toda su sabiduría. Por supuesto que el Apocalipsis requiere mucho más tiempo, quizá toda la vida, pero al menos puedo decir que mi mirada y mi óptica han cambiado. Ahora entiendo claves que antes me eran herméticas y no me da miedo. La maravilla ha sido conocer al P. Hernán. Espero seguir en contacto con él, e incluso en la medida de mis posibilidades ayudarle con alguna traducción. Conocerle ha sido como una respuesta a mis oraciones. El Padre vino acompañado por otros Cooperadores Parroquiales (del grupo Filadelfia), 6 personas en total. Del grupo de los Coquitos de Yahvéh de Tomelloso había, a parte de Mariano y María, otros 6. También vino Simón con su recién estrenada esposa, Coumba, y había otra hermana de Tomelloso,  neocatecumenal. Entre pitos y flautas creo que éramos alrededor de 20 personas. Y, por supuesto, Lupo el perro más fantástico y simpático de La Mancha, Con un ojo azul y otro oscuro, delatando su origen huskie si no me equivoco por parte de madre. En definitiva, han sido días cargados de fraternidad, revelación, música (con su baile), nuevos y viejos amigos, baños, de sol, de agua y de luna, y mucho Señor, gozándose en medio de todos nosotros. Gracias María, gracias Mariano, por hacerlo posible y por quererme tanto. Espero saber corresponderos como os merecéis.
Doy gracias al Señor por todo ello, y sé que va a haber mucho más. Ahora, no lo estoy pasando bien, pero estoy segura, tengo la absoluta certeza de que todo, todo, es para bien de los que ama el Señor. Y yo sé que Él me ama con locura, como yo a Él.

3 comentarios:

María y Mariano dijo...

Hola hermanita,sentimos enormemente lo de tu caida, el día 11 llega ya mismo. ¡Ánimo valiente!
A una luchadora nata como tu, cuyo blog se titula Tirarpalante y teniendo contigo al Amor de los Amores:Jesucristo nada ni nadie te podrá frenar. Estamos contigo y te queremos.
Nos ha emocionado y gustado mucho como has visto y vivido estos días con nosotros. Nosotros no podremos olvidarlos hemos difrutado y aprendido mucho contigo. Me encantó sobre todo tu danza para el Señor, tu alegría y también, como no, las albóndigas hechas con tanto amor.
Un besito hermanita

Lou dijo...

Gracias, pero "amor con amor se paga", y de eso tenéis mucho vosotros. No puse nada de las comidas en la entrada, porque se merecen mención aparte. ¡Nunca había hecho tantas albóndigas! ¡Qué ricas nos quedaron! ¿Y la paellita que nos comimos en la zona de Ruidera? Sin hablar de las pechugas de pollo, la ensaladilla, las ensaladas, etc.. En fin un festín de dioses. Besitos.

Gonzalo Sanz dijo...

Lou espero que te vayas recuperando totalmente para que recorras esos mundos que tanto te gustan para que podamos disfrutar con tus crónicas, que además nos llenan y nos levantan espiritualmente. Gracias.

Coincido totalmente contigo respecto del Padre Hernán Pereda. Es un placer escucharle. Se aprende mucho con el. He estado en varios retiros con el grupo Filadelfia. El año pasado estuvimos en Austria toda una semana.

RECUPERATE PRONTO, Y BIEN, PERO YA.